La proteína consiste en aminoácidos y juega un papel importante en la renovación celular y el crecimiento. Sin embargo, la buena calidad y la digestibilidad son importantes. Demasiadas proteínas inferiores y poco digeribles provocan un desequilibrio de las bacterias intestinales y, por lo tanto, pueden provocar heces blandas y flatulencia, así como un aumento de la producción de amoníaco por parte de las bacterias que digieren las proteínas. Esto significa una alta sobrecarga en el hígado.
El nivel proteico del alimento para perros puede influir considerablemente en el comportamiento del perro. Por primera vez esto fue analizado científicamente por el psicólogo de animales Dr. Roger Mugford. Pudo demostrar que al reducir el contenido de proteínas en la ración total, muchos perros eran menos agresivos. También los perros hiperactivos se volvieron generalmente más tranquilos y equilibrados.
Por experiencia puedo decir que en algunos de los perros de mis clientes un exceso de proteínas mal digeridas ha llevado a un aumento de la agresividad y la actividad. Con un cambio de alimentación pudimos conseguir controlar el problema rápidamente.
En el caso de perros hiperactivos o agresivos, vale la pena comprobar la ración con un/a especialista en nutrición animal certificado/a.
Fuente: Heidi Herrman G + H Tierernährungsberatung
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